AL OÍDO DEL ALTO MANDO MILITAR COLOMBIANO
Nada ha podido hacer tanto daño a la institucionalidad de las fuerzas armadas colombianas como los proyectos de ley que pretenden legalizar los desmanes y abusos de la fuerza letal en contra de la población civil inocentes o sospechosos de apoyo o colaboración a la subversión.
El ministerio de defensa nacional y el estado mayor de las fuerzas armadas, deben de ser conscientes de que al estar exigiendo del organismo legislativo un fuero militar permisivo y violatorio de los derechos humanos, es muy pobre el servicio que le están prestando a la imagen y a la transparencia que fueran de desear, de las fuerzas armadas ante Colombia y ante toda la humanidad.
Los argumentos de los generales y comandantes de tropa con respecto a los ´´delitos cometidos en servicio activo y con ocasión del mismo´´, dejan mucho para meditar con respecto al conocimiento de lo que significa, entregarle a la tropa sobre todo al soldado raso, muchas veces iletrado y tal vez con solo estudios de primaria un código con permiso nacional para capturar, interrogar, torturar y fusilar sin formula de juicio solo por la duda o sospecha de que esta persona pudo haber cometido un delito o que tal vez haya violado el código penal, pero sin duda alguna, una persona que no haya pasado por la academia de derecho´´ no posee un criterio veraz y determinativo para que pueda conceptuar de que hay o no culpabilidad, o si hubo o no un delito ´´, ya que si esto fuera posible entonces estarían de más los tribunales de justicia, la jurisprudencia y los profesionales del derecho; y en los falsos positivos , lo mismo que en los hecho y los excesos sucedidos a los sobrevivientes, de la toma al palacio de justicia por los cuales Colombia acaba de ser condenada por la corte interamericana de derechos humanos tenemos un buen ejemplo acomodaticio e interpretativo de estas falencias.
Los fueros militares en los cuales se le ha entregado a lajusticia penal militar, en forma exclusiva el juzgamiento de los militares por violaciones de derechos civiles, derechos humanos oviolaciones del código penal colombiano. En muchas ocasiones sus fallos han sido sesgados, consintiendo y dando lugar a la coexistencia del crimen y la impunidad con el servicio militar, pues en este caso la justicia penal militar es juez y parte en el proceso, dando lugar con esto a dudas y malos entendidos de la población civil.
Ahora en este momento en que estamos´´ adportas´´ de la firma del tratado de paz con los grupos subversivos es e l momento de llamar a las fuerzas armadas militares a una revisión en sus fueros militares para que cese la ´´cacería de brujas´´ y que los procedimientos militares sean siempre en derecho y con justicia y que se conviertan en defensores de las fronteras patrias y en defensores de la soberanía nacional. Para lo cual según la constitución nacional fue en buena hora creado el glorioso, amado y victorioso ejército nacional.
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