Licitación: buses TM operarán con diesel euro 5, altamente contaminante.
El concejal Marco Fidel Suárez solicitó a la gerente de TM María Consuelo Araujo suspender el proceso para la renovación de buses rojos y convocar a una audiencia pública ambiental como lo establece la ley 99 de 1993, para que sea la ciudadanía la que determine si quiere un ambiente sano y el bienestar de la salud pública en los siguientes 20 años.
Con la renovación de 1.400 buses rojos de Trans Milenio, varios son los pronunciamientos de concejales y ciudadanía de Bogotá ante la licitación de alcalde Peñalosa por prioriza más el diésel contaminante, que las nuevas tecnologías limpias y amigables con el medio ambiente y la salud de los bogotanos. Este proceso podría ser de vida o muerte por lo que implica la contaminación, pues para los que se lucran del sistema, su interés es solamente económico.
Aunque la concejal Lucia Bastidas dice que la administración quiere menos buses contaminantes, deja leer entre líneas que apoya el diésel contaminante y desvía la atención hacia la dotación de cámaras y botones de alerta que nada tienen que ver con la esencia del debate.
En su pronunciamiento, el concejal Jorge Torres alertó a la Procuraduría y Contraloría estar atentos ante posibles incentivos por parte de los distribuidores del diésel a los operadores privados, para que sea éste el combustible el predominante, pues, aunque la tarifa les sea muy favorable, no se recompensa a la ciudadanía, ni se mejora el servicio.
Además, denunció un posible hecho de colusión, que sería “el acuerdo entre los operadores para no incorporar tecnologías limpias” pues los fabricantes de buses y los industriales del petróleo actuarán ante el posible desplazamiento de su hegemonía de mercado, por tecnologías limpias y amigables con el medio ambiente que mejoran la calidad del aire y la salud de los bogotanos.
Para el concejal sobre los buses eléctricos afirmó: “Lamentablemente lo que se observa es que por los precios de referencia, no se tendrían en cuenta dichos buses porque la inversión inicial es más alta a pesar de que la operación resultaría mucho más baja y el beneficio sería muy importante para la ciudad”.
A pesar de que existe el acuerdo 619 de 2015 para la implementación de vehículos eléctricos en Bogotá, sería otra norma más que se viola por parte de esta administración Peñalosa, pues en los prepliegos, solo el 5% sería para buses eléctricos.
Aunque el alcalde Peñalosa dice que el contaminante más incidente en la salud de los bogotanos es el polvo y no los gases tóxicos de los combustibles fósiles emans, los estudios científicos muestran otra cosa.
En estos debates se ha hablado de todo, hasta de la comisión que ganaría el agente vendedor de buses Volvo en el mundo (Enrique Peñalosa), pero en fin, es la comunidad en general, las Juntas de Acción Comunal, los sindicatos, los estudiantes y todas las fuerzas sociales vivas y organizadas en una causa común quienes harán su juicio político, pues es la salud de los bogotanos la que está en riesgo. Como dice el concejal Marco Fidel Ramírez, hay que determinar el cambio de los términos de referencia de la licitación que está en marcha.
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