Hace cincuenta años, la clase dirigente con el propósito de evitar que una persona diferente, con otra visión de gobierno dirigiera la política nacional, que en algún otro momento se le había salido de las manos, y que en su momento dentro los límites de la democracia representativa llegaba al gobierno.
Era realmente un proyecto de profundización de la democracia, donde el elemento económico para los sectores desprotegidos sería el eje sobre el cual giraría el gobierno de Rojas Pinilla.
Cabe rescatar dentro del momento histórico que Antonio García Nossa, era gestor del pensamiento del General, esto hacia peligroso al dirigente popular para el establecimiento, razón por la cual no se podía permitir que otro sector manejara el presupuesto nacional.
En ese plano, se fraguó el fraude electoral y dio origen al Movimiento 19 de Abril M-19, que desde su nacimiento se unió a los sectores populares de la nación, con ellos creció, lucha, y sigue entroncado con los principales problemas de la nación.
El aporte más importante hoy del M-19, a la resistencia es el legado histórico, es la experiencia dejada en la lucha, tanto militar, como política; principalmente, el manejo que el gobierno ha dado a cada coyuntura, y la respuesta del sector popular; ese acopio de historia es lo más valioso, de ahí se ha de tomar lo positivo para seguir en el trabajo político, y lo negativo para enmendar los errores.
Hubo muchos errores, de los cuales debemos llenar la alforja, para seguir adelante; nunca hemos abjurado del pasado, incluso de la negociación con el gobierno, donde el gobierno no cumplió con los acuerdos, hoy podemos sintetizar, el gobierno nunca cumple los acuerdos, porque esto no es un problema de caballeros en una mesa con las cartas sobre la mesa, los problemas de la sociedad, no son otra cosa que contradicciones de clase, y como tal se deben analizar, no debemos perder ese punto de vista.
Es una de las enseñanzas de este medio siglo de resistencia, de las negociaciones frustradas, del romanticismo democrático, se desprende claramente de este hecho histórico que la lucha de clases la rectora en el juego social.
Por lo tanto, desprendiéndose de la lucha de clase, en el objetivo de cada organización que se encuentre unida con los ciudadanos excluidos del mundo, el salto que se ha de dar, para avanzar en la lucha de los pueblos, es del progresismo al marxismo, no hemos de tener miedo en decir que queremos la toma del poder, para expropiar los monopolios financieros, para nacionalizar los sectores estratégicos del país, para desarrollar la seguridad alimentaria nacional, para nacionalizar la salud y la educación, que nos uniremos internacionalmente con todos los países que luchan por su autodeterminación, y que queremos cambiar el modo de producción.
Solo así, aclararemos los límites con sectores infiltrados, con enemigos disfrazados y que traen confusión en los objetivo de los pueblos.
En estos cincuenta años, hemos ido aclarando las confusiones que se han ido creando en torno de
las tesis a defender por los movimientos sociales, así vamos creando diferencias fundamentales con todos los colores, verdes, amarillos, rojos, arco iris, y construimos poco a poco nuestra directriz para el trabajo con los movimientos sociales.
A todos los compañeros muertos, que no ha sido infructuoso el sacrificio, y los que tenemos esperanza, que el camino está siendo clarificado, y que seguiremos al lado de los excluidos de los pueblos, que la lucha contra el modelo económico no la dejaremos, y que nos preparamos para dar el salto, y en ese tránsito caminaremos con todos los que tengan el mismo objetivo. L.J.A.G.
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