¿Por qué las grandes cadenas de noticias internacionales y nacionales solo hablan del fracaso y la desbandada del pueblo afgano al intentar huir del régimen talibán?
Es lo mediático, es lo que venden las imágenes morbosas de la desesperación y sufrimiento del pueblo abandonado. No hablan del gran negocio para las corporaciones norteamericanas, negocios imperiales que significó 20 años de invasión, saqueo y guerra de Estados Unidos, por lo que no se puede decir que EEUU fracasó en Afganistán.
No importa que el país haya sido arruinado, saqueado y ad-portas de una guerra civil, eso quedó claro en las palabras del presidente Joe Biden cuando dijo “nosotros no estuvimos en Afganistán para construir una nación, estuvimos para garantizar que no nos atacaran los terroristas”. Pero este argumento se desmorona cuando sin ningún sentido se gastan 20 años y dos billones de dólares para derrotar la amenaza terrorista, pero en su retirada el poder político queda en manos de sus enemigos que se suponía, serían neutralizados.
Aunque contundente es la derrota a EEUU, la historia no se mueve así para los círculos del poder dirigente de los grandes países, de esta forma la entiende el sentido común de las personas. Para ellos el problema de la historia no existe porque su perspectiva no es a largo plazo, ellos proyectan una constante del liberalismo de corto y mediano plazo, porque es allí donde la relación en la dinámica del sector público y privado de la economía se realiza plenamente.
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Así a los ojos del mundo, Vietnam y Afganistán hayan sido un fracaso militarmente y en términos de política internacional, esto no martiriza a la clase dirigente, porque fue un gran éxito para el gran negocio norteamericano, ya que la estructura de poder de EEUU no se modificó con la caída en Vietnam, ni se va a modificar ahora por la caída en Afganistán, aunque a largo plazo contribuya a su debilitamiento histórico, pero para eso están los mecanismos liberales de pesos y contrapesos consistentes en la alternatividad política del poder del sector que fracasa y entra el componente del mismo sector a tomar las riendas del poder a ensayar otra alternativa; lo que acaba de suceder con los demócratas en EEUU.
¿Por qué nadie habla sobre lo qué ha pasado con el precio del opio desde que Afganistán cayó en manos de las Talibanes?
El lunes 16 de agosto el precio de la morfina -derivado del opio- y de los opiáceos fuertes, no solo, no ha subido en Europa y EEUU, sino que han bajado. Este es el nivel de la verdad que importa, porque el capitalismo mundial está casado con el problema de las drogas de una manera estructural e histórica y no se pueden separar de ella. Las drogas son a una propiedad del capitalismo mundial tan devastadora, tan destructora, junto a otros procesos del capitalismo mundial que son los factores que pueden destruir la humanidad. Por eso el calificativo de apocalíptico se queda corto frente a lo que el capitalismo está haciendo.
Hoy 17 de agosto, la bolsa de New York no ha reaccionado negativamente, esto se traduce en que hay seguridad mundial en el capitalismo de EEUU.
Analógicamente lo que sucede en el Perú, a nuestro análisis, tiene relación con lo de Afganistán porque es necesario regularizar la dinámica de los precios de los psicotrópicos a nivel mundial. Puede que combatan la droga y lo hacen, puede que metan a la cárcel al que sea, pero nunca al gran negociante norteamericano que compra por toneladas y tiene además unas redes de distribución formidables, son gentes inimaginablemente muy poderosas de la alta sociedad.
Como no se pueden quitar el negocio de la droga de encima, ellos aceptaron vivir con esto. Por eso es que tienen, en Estados Unidos, Europa, Suiza y Canadá clínicas de reposo muy costosas, con profesionales altísimamente calificados porque cuando detectan que sus hijos están siendo afectados por la droga, los meten allí por dos, tres o seis meses, los desintoxican y le cambian la conducta al muchacho para que vuelva a funcionar. Puede que recaigan, pero vuelven y repiten el proceso, mientras tanto la persona madura y ya heredó el negocio de su papá y sigue funcionando pues el capitalismo tiene forma de auto preservarse a nivel familiar.
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Esto no lo tiene la gente de clase media y menos el pueblo pobre, por eso el 90% de los adictos están en las calles o en la cárcel, y seguirán allí por este negocio. Entonces el problema es de clase sociales como siempre.
Resumiendo
Para el capitalismo de EEUU, Afganistán fue el gran negocio por los opiáceos y la sobre explotación de minerales costosísimos en cuatro yacimientos mineros. Una vez más utilizan los recursos del Estado para los intereses particulares, teniendo en cuenta que la sangre de los soldados también hacen parte de esos recursos.
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