Desde la fría capital en horas de la mañana el sol descubre su esplendor en pleno oriente a continuación la localidad de Usaquén se ilumina con sus rayos tenues que descubren con ímpetu y calidez los cerros cercanos a la Fundación Los Pisingos. Maestros y estudiantes del Colegio Agustín Fernández dentro de la cotidianidad confluyen en el salón de clases donde se disponen a tomar su sesión del programa: Vamos a la Filarmónica. Estos jóvenes se preparan con amor y disciplina para sentir la magia de la música, el proceso inicia desde las 7:00 am, el maestro encargado de la clase les ofrece una calurosa bienvenida y les pide cordialmente se ubiquen en los asientos que ocuparán durante la práctica; y así sucesivamente en los espacios de clase tanto en el interior como en el exterior.
Innumerables estudiantes han tomado las valiosas oportunidades que ha ofrecido el Distrito de la ciudad de Bogotá con el apoyo de los maestros que hacen parte del programa 40×40, este se constituyó bajo la fórmula de la política distrital que promovía la Bogotá Humana, la necesidad estaba encaminada al hecho de fortalecer los espacios de aprendizaje y de sueños que tienen los jóvenes de la comunidad de varias localidades que hacen parte de la ciudad de Bogotá.
En la práctica desde el proceso de observación hasta establecer el primer contacto con el instrumento se despierta en los estudiantes innumerables sensaciones al tacto, al cerrar sus ojos y sentir que surcan los cielos cuando lo intentan una y otra vez hasta que del instrumento afloran las primeras notas como las primeras gotas de rocío en la más bella flor de la mañana.
Paz, armonía, amor, y un rotundo interés surge en este espacio de aprendizaje donde el docente encargado conduce en su proceso a los estudiantes con entusiasmo y dedicación, el poder de decisión, de superarse es contundente, tanto como la utopía de alcanzar la cima del Everest, el músico se construye día a día con el mayor esfuerzo, sacrificio y disciplina para lograr la materialización de su sueño.
La música significa el eje fundamental en la vida de innumerables estudiantes que en principio se acercan de forma tímida, pero con inmensa curiosidad al programa Vamos a la Filarmónica. Conocer uno de los innumerables instrumentos ya sean de viento, percusión o cuerdas se torna un dulce anhelo; tan pronto pasa el tiempo se forja la mística convicción propia del ser humano en constante búsqueda de hallar una motivación dentro de su existencia para descubrirse así mismo en términos de la vocación musical que todo ser lleva dentro de su mente y su corazón, porque finalmente la música es infinita, es mágica, es amor, es compromiso, es disciplina y una decisión de vida.
A continuación, la historia de tres estudiantes que han hecho parte de esta valiosa experiencia del programa vamos a la filarmónica.
Joan Sebastián Cañón Ochoa su experticia en música en el instrumento de cuerdas conocido como violín, un instrumento que no solo lo atrajo por su sonido sino por su apariencia estética que resaltaba a la vista formas delicadas y perfectos relieves en madera, su tío es un maestro famoso en Luthier radicado en Italia y desde el otro extremo del mundo le generó gran interés por conocer a este su segundo amor. Posteriormente la música llegó a su vida entre el 2016 y 2018, sus primeras notas las plasmó en el piano, instrumento al que cataloga como su primer amor y que sin embargo el violín ha ocupado un lugar muy especial casi llegando a fusionarse con el puesto N° 1. Desde cada uno de sus gestos y hasta sus ojos expresivos con una sonrisa que emana alegría pura imprime la energía de la música que está en su interior, como una bella melodía que evoca la belleza de música.
Su compositor favorito es el recocido Johan Sebastián Bach, un ejemplo como artista de la música quien según Johan le inspira a continuar cada día con el arte de la música que ha llenado su vida de innumerables momentos de felicidad y que fielmente le ha acompañado en los momentos de soledad y tristeza que en ocasiones puede enfrentar un músico dentro de su cotidianidad.
Durante la pandemia por COVID-19 el proceso de aprendizaje y el hecho de adaptarse a los espacios virtuales significaba un enorme reto en el que sus padres le acompañaron en todo momento brindado su apoyo e incentivando a no desistir de sus sueños al ser un joven tan virtuoso en su aprendizaje relacionado con la música, 4 horas y más son las dedicadas a este bello instrumento conocido como violín, un instrumento que ilumina cada recinto y en el que Johan aspira seguir cultivando con su mayor esfuerzo para no solo perfeccionar su conocimiento sino también trasmitirlo a todos aquellos que estén interesados en esta gran oportunidad que el distrito con sus programas educativos ofrecen a los estudiantes de básica en su formación y proyección de proyecto de vida.
El joven recalca que la música es un viaje sin retorno, lleno de ilusiones y en algunas ocasiones altibajos, pero su invitación es firme, invita a toda la comunidad estudiantil a sumarse a este maravilloso proyecto a intentarlo hasta que logren transmitir la nota perfecta y con ella sus sentimientos más profundos.
#LaMúsicaSignifica: Pasión.
Sharon Sarabia es una joven apasionada por la música quien inició esta bella travesía dentro del programa 40x 40 que sigue vigente en el colegio Agustín Fernández, usualmente los jóvenes se inclinan por los programas deportivos o incluso el Sena por la viabilidad económica que representa, sin embargo, ella eligió la música porque a sus 9 años su primer acercamiento imprimió en ella un profundo amor por este arte poco valorado. Ella conoció la flauta traversa y de inmediato sintió una atracción de magnitud inimaginable pero al mismo tiempo el temor que tiene toda persona cuando se enfrenta a algo desconocido en forma de sueño profundo y fue así como nunca desistió a pesar de los altibajos que representó por ir en busca de sus sueños nunca los abandonó porque la música es ese tipo de luz que rescata de la oscuridad; en Sharon se dibuja una sonrisa pura cuando habla de lo que la música le inspira, incluso cuando recuerda su primer concierto al estilo de película de Hollywood con la apertura del telón y todo un escenario de ensueño; la emotividad da paso a su voz emocionada y al mismo tiempo entrecortada con la sensibilidad que despierta la música en cada fibra de su ser, especialmente en la de su madre, una mujer que le ha proporcionado todo su apoyo y quien con lágrimas de alegría la acompaña en sus grandes hazañas como la gran heroína de la música en la que hoy Sharon se ha transformado con total entrega, amor y disciplina por su arte, un arte que la invita a mejorar cada día como ser humano y profesional en formación que aspira a compartir su conocimiento con las futuras generaciones, con la firme convicción de rescatar a las personas de la oscuridad que representa la soledad, los problemas cotidianos y el saberse perdido en el mundo, donde la música es mágica y el sentimiento más noble que une a millones de seres humanos al unísono.
#LaMúsicaSignifica: Libertad.
Elkin Yesid Reyes Calderón un joven músico con una condición de discapacidad que inició su formación desde los 8 años de edad y que por primera vez tocó un instrumento que se asemejaba a una campana, aquella campana parecía algo simple pero en la música todo representa armonía y justo desde ese momento no dejo de incursionar en el amplio campo de la música hasta encontrar el instrumento que le llamara la atención, posteriormente dentro del programa 40×40 y con el apoyo de una Fundación donde dio sus primeros pasos conoció el Oboe, un instrumento sublime, mágico en toda su esencia y con dedicación de más de 3 horas diarias y el cuidado que merece el instrumento tomo una de las cañas del oboe y se arriesgó como un ave surcando los cielos de la música subyacente de su interior, de allí derivo su profunda disciplina y amor que lo llevaría a comprometerse con su amado Oboe, en su proceso de formación recuerda de forma emotiva la compañía de su familia en el escenario antes de emitir las más dulces y armónicas notas ante el público en aquel escenario en el que desde lejos trataba de visualizar a su madre, Elkin recuerda que ese día sintió una profunda emoción y alegría porque al fin su sueño de interpretar el oboe se había hecho realidad, y hoy día a pesar de que su padre no los acompaña le pide con fervor que desde el cielo lo guie siempre para que todas esas metas planteadas dentro de su proyecto de vida se lleven a cabo, sin importar incluso el reto que significa no tener la compañía física de su padre y su instrumento, el oboe que sueña con tener algún día no solo como un préstamo que agradece a sus mentores y al programa de Vamos a la Filarmónica sino como un tesoro que lo acompañe de forma permanente.
Su invitación para sus excompañeros es perseverar porque quien lo hace siempre ha de alcanzar la realización de su proyecto de vida.
#LaMúsicaSignifica: Disciplina.
Para ilustres compositores como Mozart, Beethoven, Vivaldi y Bach la música permitió el desarrollo de su genialidad, de su anhelo de libertad reflejado en cada nota que enérgicamente desprendía su música. Actualmente su legado ha saltado de generación en generación en cada músico que se ha comprometido con mejorar continuamente como ser humano y artista integral; el compromiso con la humanidad de crear un mundo mejor es absoluto e ineludible porque el arte edifica, el arte compone y recompone la vida de aquellos que siempre necesitan un faro en la inmensidad de la oscuridad.
Cada aporte, desde las instituciones gubernamentales, desde el núcleo familiar, desde las instituciones educativas y la comunidad estudiantil hoy permiten la materialización de un cambio social que ha de proyectar personas comprometidas con revolucionar el mundo desde el arte, desde su construcción personal y artística.
La música significa el lenguaje universal del amor, de la ciencia, de la disciplina y el conocimiento que une a la humanidad.