En ánimo de nutrir el debate, -como decía el cuerpo del correo- y con toda la concentración en hacer y recibir críticas, me pareció oportuno expresar ciertas ideas retenidas desde hace algún tiempo. Quisiera iniciar con la tesis de la “nueva edad media”. Ambos sabemos que la historia de la sociedad tiene sus leyes y que las ciencias sociales se han esforzado por encontrar la lógica del movimiento de la historia social, diferente claro a la historia de la naturaleza pues la primera ha sido hecha por nosotros mismos, mientras que la segunda no. Teniendo esto presente podríamos identificar lo común para los dos procesos -momento covid, edad media-, fijándonos en lo repetido, teniendo en cuenta que una reiteración absoluta no existe en la naturaleza
Alrededor de la década 1320-1330 una plaga floreció en el desierto de Gobi y se esparció por todo el viejo mundo. Esta plaga fue causada por una cepa de bacteria (Yersinia pestis), la cual residía en el tracto digestivo de las pulgas. Las ratas son conocidas como los anfitriones predilectos de estas pulgas, pero paralelamente muchas otras especies de roedores alojaron las pulgas infectadas. A lo largo del segundo cuarto del siglo XIV los roedores llevaban pulgas infestadas al este de china, donde no tardo mucho para que las pulgas transmitieran la enfermedad a los humanos y estos a su vez la trasportaron por la ruta de seda. En Octubre de 1347 un barco genovés que regresaba del mar muerto – punto de conexión del oriente medio con la ruta de la seda- desembarco en Messina, Sicilia1 . Esta plaga mató en pocos días al 50 % de las personas que infectaba, pero una segunda versión mucho más peligrosa era capaz de trasmitirse directamente de persona a persona a través de gotas de saliva emanadas de los pulmones infectados, en este caso el índice de mortalidad estaba sobre el 90%.
Hasta este punto y sin perforar más que lo que pueden escarbar las patas de una gallina ya hemos encontrado acontecimientos inquietantemente similares con la situación actual; coincidencias geográficas, origen de patógeno en un animal y misma forma de transmisión. Aunque de estos hechos no podemos concluir nada, pero hay un hecho que parece estar al revés, pues sí la edad media comenzó con la caída del imperio romano (~500 CE) y término con llegada de los barcos españoles al continente americano (1492), entonces el periodo histórico de la peste negra está más cercano al inicio de periodo de florecimiento (Renacimiento) que a uno de oscurantismo. Partiendo de esta observación vale la pena investigar cuales fue la influencia de dicha pandemia en la trasformación socio-cultural de ese periodo que precipitó la llegada de una época mucho más racional, esto tiene que ver claramente con la disminución de la población y la revaluación del trabajo lo que conllevo a repensar la forma de organizar la sociedad. La interconexión entre la peste negra y el comienzo de una nueva época que desencadenó una nueva forma de ver al mundo y al ser humano sustituyendo el teocentrismo por el antropocentrismo es donde hay que comenzar a escarbar de nuevo.
Sí tomamos los magníficos aportes de Galileo (1564-1642) al conocimiento científico como el inicio del Renacimiento inmediatamente podemos hacer referencia a un hecho que conecta dos periodos históricos racionalistas interrumpidos por uno de barbarie y dogmatismo; Galileo comprobó la teoría heliocéntrica que ya había sido enunciada por Copérnico (1473-1543) con décadas de anterioridad pero fue Aristarco en el sigo III BCE el verdadero pionero de esta idea. En general en el renacimiento resurge la tendencia a la investigación de los fenómenos naturales, apoyada en la experiencia y en la observación de la naturaleza con el fin de dominar sus fuerzas y ponerlas al servicio de la humanidad. También en el mundo del arte se retomaron ideas recuperadas de la cultura griega; sus templos de grandes columnas, domos, pilares, ect. Por otro lado aparece una actitud crítica frente a los dogmas de la fe, pasan a primer plano los intereses mundanos, las necesidades humanas, las alegrías terrenales, en la pintura vuelven los desnudos. Por supuesto que las ideas políticas también se ven notoriamente repotenciadas pues sus ideas impregnadas de humores de inconformidad y necesidad de cambio se encarnan en las aspiraciones y decisiones que tomo la burguesía al no tolerar la extendida injerencia de la iglesia feudal en la vida política, pues el desarrollo de las relaciones capitalistas requería la superación del fraccionamiento geográfico de los feudos que impedían la instauración de lazos económicos en gran escala, lo que se puede ver como el inicio de la desintegración del feudalismo, o viéndolo desde el otro lado de la historia como el inicio de la sociedad burguesa en su primer periodo.
Habiendo mencionado esto, el presente periodo de crisis incuba dentro de sí un gran potencial de cambio hacia horizontes superiores como especie humana. Si bien esta crisis no desarraigará los comportamientos producto de ideologías anacrónicas y retardatarias, es posible que el rumbo que está tomando la historia galope hacia una situación dramáticamente determinante, al punto en que se haya reducido los escenarios futuros a lo que a inicio del siglo pasado Rosa Luxemburgo sintetizo en el eslogan “socialismo o barbarie” y Fidel lo llevó a “socialismo o extinción”. Si esto es así, debemos hacer un esfuerzo por explicar en qué consiste la alternativa de la extinción. En este sentido urge retomar las ideas más avanzadas de organización social a las cuales ha llegado la civilización humana. Estas ideas tienen una conformación histórica, y una lógica que es necesario conocer para iniciar a comprender el complejo fenómeno que es el comportamiento colectivo de la materia altamente organizada, esta materia altamente organizada no es otra cosa que el cerebro humano.
El punto de partida (desde el factor lógico) es el reconocimiento del mundo objetivo y de su reflejo en la mente humana. La materia superpuesta ante la pantalla de nuestras mentes como reflejos de los movimientos objetivos de la realidad, no solo nos regula, planifica y dirige la conducta, sino que nos permite reflexionar, discutir, destruir, crear, descartar, organizar y filtrar montañas de información, dándonos la oportunidad de tamizarlas para llegar a capturar lo más esencial del fenómeno para luego regresar por las diferentes dimensiones de la expresión humana, cerrando así el circuito, cuyo resultado es sometido a la confrontación con la realidad y dependiendo del contraste que logre mostrara su grado de veracidad. Es muy importante tener presente el concepto de verdad puesto que, la verdad es indiferente hacia las clases, pero las clases no sienten indiferencia hacia la verdad.
Fue utilizando estos conceptos como Marx y Engels demostraron la inevitabilidad de la sustitución del capitalismo por el socialismo, al descubrir las leyes de desarrollo del primero. Estos deben ser pues, los rieles que guíen los análisis que hagamos para evitar al máximo los errores que usted ha mencionado en reiteradas ocasiones que han cometido los movimientos revolucionarios del mundo entero. En este orden de ideas valdría la pena continuar con las preguntas de la carta, pero no a los “poderosos” sino a los que tiene la tarea historia de sustituir a esos “poderosos”. Podríamos comenzar con las preguntas de esa hermosa canción:
¿no se han puesto a pensar que si las manos son nuestras es nuestro lo que nos den?
¿que esta tierra es de nosotros y no del que tenga más?
Y continuar con;
¿No es momento ya de en vez de sacrificar nuestras vidas para los patrones tengan vidas lujosas, sacrificar el mismísimo sistema?
¿Hacia dónde queremos seguir?
A ellos, los que se tragaron el cuento de que se podía vivir bien privatizando la salud, la educación, la generación de energía, las pensiones, los medios de comunicación, las telecomunicaciones, el trasporte, las carreteras, la extracción de los recursos primarios, los acueductos, etc. Aquellos que ahora están llamando héroes (por prestación de servicio) a los médicos, cajeros de supermercado, enfermeras, barrenderos, conductores de bus, cocineros, aseadores, campesinos, etc, cuando antes les llamaban mamertos por reclamar sus derechos. Es a ellos que se les debe explicar que no hacían falta pandemias para demostrar que ningún empresario da trabajo porqué quiere darlo o porque le nace, sino que el empresario da trabajo porque necesita de la fuerza o del conocimiento de una persona para mover sus máquinas o vender sus mercancías, por eso cada vez que le es un “estorbo” prescinde de la gente. Por qué el modelo que se les metió en la cabeza no solo se ha revelado moralmente criticable sino económicamente ineficiente. Es a ellos, los que debemos cuestionar y controvertir siempre que se dé la oportunidad, pues el fascismo latente en nuestra sociedad, históricamente ha sido hábil seduciendo estos poco ejercitados cerebros, pues su fuerza radica en saber aprovechar impulsos emocionales y la desesperación que aparece ante la imposibilidad de ver una solución cercana a sus acumulados problemas. Esto ya lo había visto un famoso pintor que nos lo explicó con pincel, los sueños de la razón producen monstros.
La crisis actual podría impulsar reformas redistributivas similares a las que desencadenó la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, vale la pena pues estudiar aquellos acontecimientos y usarlos como referencia para ver como apoyarse en estos. Recordemos que finalizando la década de los 20s en EEUU se produjo una tormenta de arena que arruinaba las cosechas, causada por la expansión descontrolada de colonos que al desconocer la dinámica ecológica de estas tierras y en su afán por producir, arrancaban de la tierra un pasto que había evolucionado por generaciones a esas condiciones de humedad y viento, y plantaron sus gramínea que no tuvieron oportunidad en ese ambiente.
La novela Las uvas de la ira de John Steinbeck narra las consecuencias sociales de esta catástrofe ambiental. Tom Joad un pobre vaciado que acababa de salir de la cárcel por haber matado en una pelea a un vecino, encuentra a sus familia empacando los pocos chécheres que le quedan después de haber perdido todo por la tormenta, y como es natural los bancos les ahorcaron con la hipoteca. Deciden marcharse hacia California, pues un panfleto anuncia que allí necesitan mano de obra para cosechar naranjas. Ponen rumbo en una destartalada camioneta y en la ruta se encuentran con un infierno. Cientos de personas que igual que ellos viajaban con la ilusión de encontrar una vida mejor, se estrellaron contra una realidad arto distante de la propaganda. Grandes empresas que hundían a los pequeños campesinos, salarios de hambre a los miles de jornaleros que tenían que comer y se ofrecían a lo que les dieran. En la novela hay patrones inescrupulosos, hay revueltas, hay esquiroles y gente con miedo, pero también hay gente que relee su desgracia junto a los demás y no en solitario, que sabe que no tiene sentido salvarse sacrificando a los demás. Este último es el mensaje que quiere dar Steinbeck y que aún sigue vigente.
Si bien las condiciones actuales son diferentes, seguro nos encontraremos con situaciones similares a las de la novela y es importante tener abierta esta ventana a la crisis del 29, como referencia, partiendo de que esta crisis tuvo implicaciones directas con el surgimiento político del fascismo en Italia y Alemania años después.
Pasando al momento de la reparación, el NEW DEAL fue el programa gubernamental adoptado para tapar el hueco de esta desastrosa situación. Reconstrucción, reformas y ayudas, fueron los pilares de dicha política, al centrarse en la creación de trabajo público para construir carreteras, aeropuertos, parques, escuelas etc, y así generar el trabajo que tanto escaseaba en ese momento. También se promovió la creación de centrales sindicales, que ayudaran equilibrar la balanza ante la ventaja que ostentaban los empresarios, pues disponían de una gran oferta de obreros. Estas “Unions” -llamadas así por los gringos- contribuyeron a estabilizar la catastrófica situación y ofrecieron una noción de igualdad. El programa no discrimino disciplinas o profesiones y también se llamó a los artistas, quienes se les delego la tarea de mostrar al mundo la reconstrucción. Qué sorpresa que nunca pintaron a ningún patrón en su silla de cuero contando los billetes con una botella de whiskey en su escritorio. Pintaron únicamente a los trabajadores, los que producen la riqueza, los que pusieron de pie al país. Pero más sorprendente aun es que esta expresión artística se comenzó a parecer muchísimo al arte del enemigo irreconciliable de mundo capitalista, el arte comunista, un arte que sí tenía la clara intención de exaltar el papel del obrero como agente activo en la reproducción de la sociedad. Si no ha leído la descripción de las imágenes con las que he decorado este texto, pareciera que fueran todas soviéticas, pero no es así (revisarlas).
Una década y media después del new deal, en medio el fin de una guerra que corto la vida de 100 millones de personas entre civiles y soldados, y el inicio de la guerra fría, EEUU se situó como el gran vencedor de la segunda guerra mundial en el aspecto económico pues termino con el 50 % del PIB del mundo en sus arcas. Pero como Newton nos enseñó cada acción tiene su reacción, y la situación en Europa central y oriental era muy complicada. El descontento popular era cada vez mayor y la fuerza de las ideas comunistas aumentaba. Tan solo dos años después de terminar la guerra, Italia estaba sumida en la miseria, el partido comunista italiano registraba 2 millones de miembros, lo cual aterrorizaba los americanos. Fue esta la razón de peso para iniciar un programa de reconstrucción de economía europea, esto se conoció como el Plan Marshall. Por supuesto que maquillaron el plan para negar que se trataba de una maniobra antisoviética, argumentando que se era puro altruismo del que sobrepasa los bandos hostiles.
No solo en Europa estaba la amenaza del comunismo, la reforma agraria llevada a cabo bajo la ocupación gringa en Japon, un país donde los terratenientes ocupaban la mitad de la tierra cultivable y un tercio de todos los campesinos trabajaban como sus peones. En este caso los planes iniciales eran más rudos, pues consistían en remover la industria manufacturera y los sistemas de generación de energía para que Japon volviera a vivir como lo hizo 30 años atrás. Pero esta política cambio rápidamente cuando se comenzó a revelar la dinámica de la guerra fría y a los grandes terratenientes que convirtieron en el blanco, cuyas propiedades fueron arrancadas para distribuirlas a los pequeños propietarios.
El otro caso bien conocido del desinteresado altruismo gringo fue el Berlín federal que lo convirtió en vitrina para exponer sus mejores chucherías. Esto se puede observar en un conocido dicho de la época que decía; los orientales (alemanes) tienen las supermercados llenos y las neveras vacías, mientras que los occidentales tienen los supermercados vacíos pero las neveras llenas. Vale hacerse la pregunta; ¿ahora que el planeta entero (excluyendo a Cuba y Corea del norte) se entregó al capitalismo, y este ya no tiene contrincante a la vista, y que la mano de obra barata de los países asiáticos acaparo la producción industrial, volverán sus buenas intenciones para reconstruir el mundo de los gringos? ¿Volverá un nuevo y reluciente new deal internacional o un perfeccionado plan Marshall?
Para concluir
Esta no es la primera pandemia a la que se enfrenta la humanidad, nos enfrentamos a la peste negra sin sistema sanitario, ni alcantarillas, ni jabón, mucho menos vacunas y salimos de esa. Ahora que la humanidad es capaz de modificar con precisión la cadena de ADN con una precisión asombra (Crispr/cast-9) no hay duda que la especie sobrevivirá a este virus, nuestra tarea consistirá en explicarle a la gente cual es la alternativa a la extinción, recalcando que el socialismo es posible solo como un socialismo científico, aliado a la ciencia y apoyándose sobre sí misma.
Podemos tomar como una hecho de científico que las grandes farmacéuticas [Big Pharma] corporativistas tienen poco o ningún interés en investigaciones sin ánimo de lucro en enfermedades infecciosas (como es el caso de todos los coronavirus que llevan siendo conocidos desde los años 60). Las grandes farmacéuticas rara vez invierten en prevención. Tienen poco interés en invertir a fin de estar preparados para una crisis de salud pública. Le encanta proyectar curas. Cuantos más enfermos estemos, más dinero ganan. Para convencer frente a la “idea del común”, con que no sería de extrañar que en una sociedad no regida bajo la lógica del capital, invirtiera sus esfuerzos sanitarios en prevención. Pero para llegar a una sociedad de estas implica que esta tenga en su núcleo de poder personas que no duden en reconocer los hechos objetivos, y esto nos lleva a tener que estudiar mucho, dicho de otra forma el comunismos no será posible si no hay comunistas, esto va más allá de los símbolos, el folkror y las conmemoraciones, lo importante es tener un una masa de personas muy conscientes que pueda contrarrestar las fuerzas de los apoyos donde se sustenta este decadente sistema y arrancarlo para siempre de la historia, para remplazarlo por un modo de organización social superior.
Tal vez ese gran salto adelante que se enuncio, desarrollo y termino a mediados del siglo pasado, no se inició ni concluyo en eso momento, sino que apenas era un zancada que estaba generando producto de una zancada anterior y esta a su vez de una previa…. y así. Lo que realmente ha pasado hasta ahora es la inercia de un salto silencioso y que ha acompañado a la humanidad desde su mismo nacimiento. Espartaco debió haber sido uno de sus primero pasos, la comuna de parís, una paso ya de marcha, las guerras de emancipación de todas las colonias del continente americano, la revolución Rusa, la china son apenas los saltos de impulso para tomar un verdadero gran salto adelante.