La localidad de Rafael Uribe Uribe viene adelantando un importante proceso de formación y sensibilización en el marco del proyecto CPS 730-2023, desarrollado entre la Alcaldía Local y el Consorcio Proyectos Ambientales. Esta iniciativa busca transformar los hábitos de consumo en el sector comercial e industrial, así como entre vendedores formales e informales, promoviendo la apropiación responsable del espacio público y la adopción de prácticas ambientales sostenibles.
Apropiación del espacio público: un compromiso colectivo
Uno de los ejes principales de este proyecto es la apropiación del espacio público como escenario de encuentro ciudadano y desarrollo comunitario. La recuperación y el cuidado de parques, plazoletas, separadores viales y entornos escolares no solo mejoran la estética urbana, sino que generan entornos seguros, saludables y propicios para la convivencia.
Las jornadas han desarrollado en puntos críticos previamente identificados, entre ellos: el separador de la 27 Sur, la plazoleta de Santa Lucía, el entorno del Centro Comercial Caracas y zonas aledañas a los colegios Manuel Socorro Rodríguez, Diana Turbay y Fe y Alegría – Palermo, así como el sector de la Calle 46 (cerámicas). En estos espacios, la comunidad, comerciantes y transeúntes fueron invitados a reflexionar sobre el impacto de sus acciones diarias en el entorno común.
Hábitos de consumo amigables con el medio ambiente
La iniciativa también enfatiza en la necesidad de modificar los hábitos de consumo hacia prácticas más amigables con el planeta. Se abordaron temas como la reducción del uso de plásticos de un solo uso, el aprovechamiento de productos biodegradables y la importancia de apoyar la economía local que integra criterios de sostenibilidad.
Se invitó especialmente al sector comercial a implementar medidas responsables, como el uso de empaques reutilizables, la reducción de residuos y la gestión adecuada de sus desechos, entendiendo que cada acción contribuye a la conservación del ambiente y al bienestar comunitario.





Separación en la fuente, reciclaje y economía circular
Otro componente fundamental fue la separación en la fuente y el fortalecimiento de la cultura del reciclaje. Durante las jornadas, se explicó a los asistentes cómo clasificar adecuadamente los residuos y la importancia de entregar materiales reciclables a los gestores autorizados.
Además, se destacó el papel de la economía circular como alternativa para disminuir la presión sobre los recursos naturales. Se presentaron ejemplos sencillos y prácticos que demuestran cómo los desechos pueden convertirse en insumos para nuevas cadenas productivas, generando oportunidades económicas mientras se protege el ambiente.
Educación y herramientas ecológicas
Las sensibilizaciones se diseñaron como espacios pedagógicos y participativos, donde los asistentes no solo recibieron información, sino también herramientas para incorporar estos aprendizajes en su vida diaria. A cada participante se le entregó un kit ecológico compuesto por una bolsa en cambrel con agarraderas, un esfero y una agenda ecológica. Estos elementos, más allá de su utilidad práctica, son símbolos de un compromiso ambiental que empieza por los pequeños gestos cotidianos.
Impacto en la comunidad
El proyecto ha dejado una huella positiva en la localidad, al promover conciencia sobre la relación entre consumo, medio ambiente y espacio público. Cada jornada permitió acercar el mensaje a comerciantes, estudiantes, vendedores informales y transeúntes, generando un efecto multiplicador que se espera continúe expandiéndose en los distintos barrios de la Localidad Rafael Uribe Uribe.
La experiencia demuestra que el cambio comienza en lo local y que las transformaciones ambientales más significativas se logran cuando comunidad, instituciones y sector productivo trabajan de la mano.
Podríamos concluir que el proyecto CPS 730-2023 es un paso firme hacia la construcción de una localidad más consciente, sostenible y responsable con su entorno. Desde la apropiación del espacio público hasta la promoción de la economía circular, estas acciones demuestran que la educación ambiental y los hábitos responsables pueden generar un impacto duradero en la calidad de vida de los habitantes.
Con iniciativas como esta, la Localidad Rafael Uribe Uribe se perfila como un referente de compromiso ciudadano y gestión ambiental, demostrando que el cuidado del planeta se construye desde los barrios, con la participación activa de todos.
















