Por Víctor A. Cuastumal D. Convenio IDPAC NEXOS
Ana Mirga antropóloga polaca. Estudia una maestría en Colombia. Me encuentro tratando de conocer las culturas y dinámicas de los pueblos de Colombia pero en particular la comunidad gitana.
La importancia de la redes es primordial, sobre todo en comunidades vulnerables, las que presentan mayores índices de desventajas, de desigualdades sociales, como son las minorías étnicas.
La literatura académica se dedica cada vez más a las relaciones de las culturas interétnicas de orígenes y bagajes culturales distintos.
En sociología, un tema que nos ayudaría a entender más, es el tema del “capital social”. Este capital social mide la colaboración entre los diferentes grupos humanos a partir de tres fuentes principales:
La confianza mutua
Las normas efectivas
Las redes sociales
Pero este capital social se refiere también a la capacidad de realizar un trabajo conjunto y de llevar a cabo acciones colectivas con el beneficio común y general de todos los miembros.
Estos principios deberían caracterizar también el principio de la red de comunicación interétnica, embarcando este proceso con respeto, confianza mutua, creando claras normas de competencia de comunicación y reforzando las redes de colaboración.
Claramente vemos que los movimientos sociales no están basados solo en la relación étnica o en las características que nos diferencia y que nos dividen. Pero en las cosas que nos unen, los problemas que compartimos, muchos proyectos sociales, los exitosos son hechos que involucran activamente a personas de diferentes comunidades y refuerzan el apoyo social; estos proyectos nacen de problemas básicos compartidos en los espacios territorial o urbano como puede ser el acceso al agua, la inseguridad el abandono a espacios urbanos y la voluntad de transformarlos en espacios de beneficio común.
Estas inquietudes formulan demandas colectivas ante las instituciones públicas de gobierno local y nacional que acentúan la necesidad colectiva de un cambio trayendo beneficios a todos, este espacio de construcción de la construcción de la red interétnica, debería de ser entendida como este tipo de proyecto colectivo que beneficiará a todos sus miembros de forma igual, la fuerza que duerme en los movimientos étnicos, está en su unión y su capacidad de colaboración.
Juntos, los cinco orgullosos pueblos que componen el panorama cultural de Bogotá, tendrán más fuerza para levantar la creación e implementación eficaz de las políticas que les afecta directamente permitiendo que haya un cambio real y un impacto duradero.
Según algunas teorías sociológicas, ahí donde cada grupo busca crear su propia identidad comunitaria en el mismo espacio, dos redes sociales entran a competir y sofocarse mutuamente. En vez de competir por recursos y por protagonismo, la articulación colectiva de las demandas y las redes de apoyo mutuo, pueden llegar a ser más eficaces como estrategia de reivindicación de derechos culturales individuales de cada pueblo, es así como el unir los capitales sociales es más provechoso, pues la sabiduría y la experiencia individual de cada uno de los cinco pueblos en Bogotá lograrían una mayor fuerza y visibilidad como movimiento interétnico.
En Europa estos procesos también están visibles, el caso de la comunidad gitana en Europa, la minoría étnica más numerosa, más discriminada y la más pobre de Europa puede ser instructiva para el caso de Bogotá. El movimiento asociativo por el respeto de los derechos de los ROM lleva varias décadas de lucha incesante; a nivel interno las dinámicas de redes juegan una importancia clave, a pesar de la multiculturalidad que caracteriza al pueblo gitano como es el país de origen, la religión practicada, el dialecto hablado, la trayectoria histórica, los gitanos mantienen fuertes lazos de solidaridad y de colaboración transnacional, buscando el difícil consenso para lograr la mayor fuerza de presión ante las instituciones de la Unión Europea o los gobiernos nacionales
Las redes de comunicación, sobre todo las que están desarrolladas gracias a las nuevas tecnologías, por ejemplo la red virtual de los gitanos con más de 40 millones de usuarios o el Facebook, o la recolección de firmas electrónicas de protesta. Este tipo de herramientas están logrando que tanto las organizaciones gitanas y pro-gitanas como académicos, políticos, medios de comunicación y personas individuales, están constantemente actualizadas con la información tanto del continente europeo como más allá de éste.
Esta dinámica de colaboración, permite la pluralidad de voces y opiniones, además intenta expandir el movimiento desde los líderes hasta las bases y permite una colaboración directa entre comunidades en desarrollar proyectos, informarse sobre las oportunidades laborales y convocatorias abiertas.
Pero a pesar de todos estos esfuerzos, la comunidad gitana en Europa sigue afrontando discriminación institucional y estructural, violencia interracial segregación y desigualdad multidimensional
Pero la reflexión de los líderes con una alta dosis de autocrítica sobre las insuficiencias de este enfoque exclusivamente gitano, las nuevas dinámicas de colaboración y de trabajo, miran hacia las otras comunidades marginadas y discriminadas en Europa intentando un hacer frente colectivo al crecimiento de las actitudes ultranacionalistas y racistas.
Cada vez más se incrementa las iniciativas que buscan la unión de todas las comunidades que enfrentan los mismos problemas que los gitanos en Europa, como los inmigrantes, minorías religiosas, etc. Estos procesos son nuevos pero intentan marcar eventos dinámicos de colaboración interétnica y social, pues cambiar los sentimientos sociales y
el enfoque institucional, será de beneficio común y quizá logrará un mayor respeto hacia las culturas de todos los pueblos.
La consolidación de este proyecto para red de comunicación interétnica, puede ser beneficiosa para todos los pueblos que componen el panorama intercultural de Bogotá, a pesar de las diferencias culturales y gracias a esta unicidad de cada uno de los pueblos de la capital, muchos de los problemas a los cuales se enfrentan y las demandas que articulan ante los gobiernos son muy parecidos a os nuestros.
Las experiencias, capacidades y sabiduría de cada uno de los pueblos llevan un proceso de aprendizaje mutuo que es enriquecedor dado en el respeto y confianza mutua.
Les deseo mucha suerte esperando que esta red interétnica pueda ser el prototipo de una sociedad igualitaria, basada en el dialogo y la tolerancia, voy a estar mirando con cercanía este proceso y espero que para nosotros en Europa sea una lección de buenas tácticas.